Junio 2016
Kromschroeder, S.A., que contaba con la experiencia del diseño y la fabricación de los sistemas de combustión de las antorchas de los Juegos Olímpicos de Barcelona ’92, recibió el encargo para el diseño y la fabricación de los sistemas de funcionamiento y de combustión de las antorchas de los Juegos Olímpicos de RÍO 2016.
El reto ha sido importante, ya que tanto el sistema de funcionamiento como el sistema de combustión debían cumplir unas exigentes especificaciones técnicas. Además la solución debía adaptarse perfectamente al original diseño creado por el estudio de São Paulo, Chelles & Hayashi Design.
La llama olímpica de cada antorcha se diseñó a partir de gas líquido, con una mezcla de butano y propano, que se vaporiza en el quemador, tiene una autonomía de 20 minutos y es visible desde 200 metros a la luz del día y tiene una altura de 30 cm.
Se ha sometido y ha superado todas las pruebas que se exigían de resistencia al viento y a la lluvia, sin apagarse ante un viento constante de 75 km/h y resistiendo a ráfagas de viento de 125 km/h y a lluvia tropical de 50 litros/m2/h y humedades relativas del aire de 5% al 100%, funcionando además correctamente tanto a nivel del mar como a 3.000 metros de altitud.
Durante las fases de diseño de todo el sistema de combustión y el quemador, bajo estos requerimientos exigidos y especificados por el Comité Organizador de los Juegos Olímpicos RIO 2016, se verificaron todas las pruebas de funcionamiento de la llama en el laboratorio de la Universidad Politécnica de Catalunya UPC y fueron homologadas por el Organismo Notificado AENOR.